Bendaña es un un
linaje gallego, cuyas armas son:
En
campo de oro,
cinco roeles de sable puestos en sotuer Otro
escudo usado por algunos Bendaña de Galicia, pero no muy extendido,
consiste en un campo de azur con seis bezantes de oro puestos de dos en
dos.1
Los
Bendaña de Álava, provincia del País Vasco, cuya capital es Vitoria,
utilizan un escudo en el que en campo de oro se ve un árbol de sinople
arrancado, y un oso de sable empinado al tronco.1bis
En Galicia, a pocos kilómetros de Santiago de Compostela, se encuentra la Parroquia de Sta. María de Bendaña, situada en el Municipio de Touro, en la provincia de la Coruña. Los señores de la casa de Bendaña poseyeron casas y bienes en la villa de Caldas (lugar de confluencia de las carreteras que parten para Santiago y Cuntis), en Briallos, no distante de la anterior; en Betanzos, en Cambre y en tierras mindonieses de Riocorto. En la época medieval, la parroquia de Santa María de Bendaña se ubicaba dentro de los límites del Reino de León, una entidad política que jugó un papel crucial en la reconquista y la configuración territorial de lo que hoy conocemos como España. Durante este período, caracterizado por constantes conflictos con los reinos moros del sur, la familia Bendaña se distinguió por su compromiso con la defensa y expansión del cristianismo. Los miembros de la Casa de Bendaña no solo se destacaron por su participación en las luchas locales y su contribución al desarrollo social y económico de su entorno, sino también por su implicación en las órdenes militares de la época. Estas órdenes, entre las que se encuentran las de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, fueron instituciones fundamentales en el esfuerzo bélico contra los moros en la Península Ibérica. Creadas con el fin de proteger a los peregrinos y recuperar territorios bajo dominio musulmán, estas órdenes se convirtieron en símbolos de la fe cristiana y la nobleza de guerra. La vinculación de los Bendaña con estas órdenes militares no solo evidencia su ferviente fe cristiana, sino que también refleja su estatus social y su papel en la consolidación de los reinos cristianos en la península. Al probar su nobleza en estas órdenes, los Bendaña reafirmaban su compromiso con la causa de la Reconquista. Esta participación activa en las órdenes militares les permitió acumular privilegios, tierras y reconocimiento, reforzando su influencia y legado en la historia de la región. La Orden de Santiago, establecida en 1158 en el Reino de León, desempeñó un papel crucial durante la Reconquista, protegiendo a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela y defendiendo las fronteras de Extremadura contra incursiones de los moros. Con el paso del tiempo, esta orden se convirtió en una de las más poderosas y ricas, gracias a las donaciones de tierras y privilegios otorgados por los reyes cristianos, consolidando su importancia tanto en el ámbito militar como en el religioso. Por su parte, la Orden de Calatrava, fundada en el mismo año de 1158 en el Reino de Castilla, tuvo como primera misión la defensa de la villa de Calatrava, situada en una posición estratégica frente a los territorios moros. Este objetivo inicial marcó el comienzo de su expansión, convirtiéndola en una fuerza militar de gran importancia en la lucha contra el islam y en un agente fundamental en la repoblación y fortificación de territorios reconquistados. La Orden de Alcántara, que surge en 1154, también en el Reino de León, jugó un papel significativo en la protección de las tierras fronterizas con el Al-Andalus. Al asumir en 1218 la defensa de Alcántara, esta orden no solo reforzó su presencia militar en la región, sino que también ejerció influencia en el desarrollo social y económico de las zonas bajo su control, promoviendo la repoblación y la gestión de los recursos. Finalmente, la Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama, fundada en 1317 en el Reino de Aragón, nació como respuesta a la disolución de la Orden del Temple. Su sede, el Castillo de Montesa, se erigió como un baluarte defensivo en Valencia, destacándose por su arquitectura militar adaptada a las necesidades de la orden. Esta orden heredó el espíritu y parte de las posesiones templarias en el territorio aragonés, consolidando su papel en la defensa del reino y en la expansión de la fe cristiana. Origen del apellido Bendaña Berlanga García sostiene que el apellido Bendaña es de origen ibero euskérico, y es una variación de Mendaña y antes Mendigaña,1ter cuyo significado es «en lo alto del monte» (el prefijo mend significa «monte» y el sufijo gaña significa «en lo alto»).2 López Mendizabal3 también sostiene que Bendaña es un apellido toponímico vasco. La fundación Vasco Argentina Juan de Garay, incluye al apellido Bendaña entre los apellidos de origen vasco con presencia en Argentina.4 Por el contrario, Joaquín Caridad Arias4bis al referirse a «Bendaña (La Coruña, Pontev.) y su variante Mendaña, con paso de b- a m-», explica que la raíz Bend es de origen celta, cuya procedencia se remonta a la «divinidad ‘blanca’ o ‘sagrada’, celta vindos».4ter Juan José Moralejos,4quater aunque no entra a discutir en detalle la celticidad de Bendaña, sí sugiere ese origen (que refiere a windo), y añade que la «sufijación *-ania > -aña ( y *-anio- > -año-)» es de origen galaico prelatino. Cossue coincide en la evolución de NI más vocal hacia Ñ en topónimos prelatinos. Entre otros, cita a Bendaña y otros topónimos muy similares tales como como Beldoña, Bertoña y Besaña.5quinquies Crepo Pozo5 opina que el apellido Bendaña se ha truncado malamente a Mendaña, debido a que en Galicia no existe una localidad de tal nombre, sino, Santa María de Bendaña. Un estudio genético del cromosoma Y5bis en una parte de esta línea hereditaria no muestra evidencia de un origen celta. En cambio, revela un haplogrupo que es raro en Navarra y más frecuente en Galicia en comparación con otras regiones de España. Este análisis sugiere que la estirpe se originó en el siglo V después de Cristo en Galicia, coincidiendo con la llegada de los suevos y la creación del Reino Suevo de Galicia.5ter Es probable que hacia el inicio del último milenio, la denominación geográfica Bendaña fue adoptada como apellido por esta familia. El Reino Suevo, establecido en el año 409 d.C. en lo que hoy es la moderna Galicia y el norte de Portugal, fue uno de los primeros reinos germánicos en establecerse en territorio romano tras las invasiones bárbaras. Este reino, fundado por el pueblo germánico de los suevos, perduró hasta su integración en el Reino Visigodo a mediados del siglo VI d.C., dejando una influencia cultural duradera en la región. El cristianismo empezó a hacerse presente en la Península Ibérica en el siglo I d.C. Su proceso de difusión se aceleró significativamente tras el Edicto de Milán en 313 d.C., cuando el emperador Constantino el Grande legalizó el cristianismo en el Imperio Romano. Para el siglo IV, el cristianismo ya estaba bastante arraigado en varias partes de Hispania, incluida Galicia. Cuando los suevos arribaron a Hispania, su religión era predominantemente pagana con prácticas y creencias germánicas ancestrales. Sin embargo, experimentaron un proceso significativo de conversión al cristianismo. Este cambio fue particularmente notable durante el reinado de Requiario, quien adoptó el catolicismo alrededor del año 448 d.C., siendo uno de los primeros monarcas bárbaros en hacerlo. La conversión al cristianismo de los suevos marcó un giro religioso importante que facilitó la fusión de su cultura con las comunidades romano-cristianas de la península ibérica y sentó las bases para la cristianización de futuros reinos germánicos en la región. Los Bendaña en el Bajo
Medievo
Durante
los siglos XIII, XIV y XV, en Galicia, algunos linajes destacaron por
su prestigio, especialmente en los círculos de la nobleza urbana. Entre
ellos, los Bendaña sobresalían como una familia hidalga de importancia,
en compañía de otros linajes notables como los Moscoso y los Montaos.
Estas familias compartían un papel prominente en la sociedad de la
época, siendo reconocidas no solo por su nobleza de sangre sino también
por su influencia en asuntos urbanos, políticos y económicos, y a
menudo desempeñaban cargos de poder y responsabilidad en las ciudades
gallegas y particularmente en la iglesia católica.5quater
Ya en el siglo XIII, se tiene registro de miembros del linaje Bendaña. Por ejemplo, en 1253, D. Alonso Ruiz de Bendaña cedió sus bienes al monasterio de San Salvador de Camanzo, perteneciente a la jurisdicción eclesiástica de Santiago, estipulando su deseo de ser sepultado en dicho templo.6 Por otro lado, D. Nuño Fernández de Bendaña dejó constancia de sus últimas voluntades en un testamento redactado en el año 1276.7 Por el año 1339, durante el reinado de D. Pedro I de Castilla, la historia recoge a D. Lope Sánchez de Bendaña, natural de Galicia, comendador mayor de Castilla.7bis En 1348 figura también D. Álvar Rodríguez de Bendaña o Mendaña, comendador de Montemolín, en la Orden de Santiago, de quien se conoce que testó en 1355,8 y cuyo hermano, Nuño González de Bendaña, fue arcediano (diácono principal de una catedral) de Reina y canónigo de Santiago. Posteriormente, en 1379 Da María de Bendaña hace valer sus derechos como "legítima sucesora en el disfrute de las feligresías que antes habían tenido en terranía su hermano Roi González de Bendaña y su padre Gonzalo Sánchez de Bendaña".8bis D. Álvaro Núñez de Isorna y Bendaña (o Mendaña), en 1402 tomó posesión del obispado de Mondoñedo.9 D. Diego Minguez de Bendaña Oanes de Muros, fue Obispo de Ovideo hacia 1517.9bis Antes del siglo XI, era común que las personas tuvieran un único nombre, que en ocasiones podía estar acompañado de un segundo nombre o cognometo. Sin embargo, a partir del siglo XI comienzan a ser populares las referencias de filiación, que alcanzaron predominio en el siglo XII, particularmente entre la aristocracia. Con este nuevo sistema de nomenclatura, entre el nombre y el gentilicio o toponímico se acostumbraba intercalar un segundo nombre, el patronímico, que deriva del nombre propio del padre, pero que también podía originarse, tanto en los antepasados paternos, como maternos, explicaría la diversidad de apellidos entre hermanos. Por ejemplo, Fernando, hijo de Álvaro Rodríguez de Bendaña, sería conocido como Fernando Álvarez de Bendaña, y su hijo Suero tomaría el nombre de Suero Fernández de Bendaña. Es importante destacar que el sufijo «ez», de origen visigodo, denota «hijo de», una práctica que refleja la influencia germánica en la península ibérica. Con el paso del tiempo, estos patronímicos evolucionaron hasta convertirse en los apellidos que conocemos hoy en día, marcando no solo la identidad familiar sino también, en muchos casos, el origen geográfico o la ocupación de los antepasados. El cardenal Francisco Jiménez de Cisneros instituyó una reforma significativa respecto al uso de apellidos en España. En 1501, promulgó una ordenanza que establecía la obligatoriedad de la identificación de las personas mediante un apellido fijo, un cambio notable respecto a las prácticas anteriores. Como hemos visto, hasta ese momento, era común que las personas se identificaran utilizando su nombre de pila seguido de un apellido o mote que reflejaba su lugar de procedencia, oficio, o alguna característica distintiva. Esto podía llevar a situaciones en las que miembros de la misma familia, incluidos hermanos, tenían apellidos diferentes, lo que generaba confusión y complicaciones administrativas, especialmente para identificar a las personas y a sus familias de manera precisa. La ordenanza del cardenal Cisneros marcó un punto de inflexión, estableciendo que el apellido del padre se fijaría como el apellido de todos sus descendientes. Esta medida tenía el objetivo de simplificar la identificación de las personas, mejorando el orden administrativo y facilitando la gestión de registros y documentos legales. Con el tiempo, esta práctica se convirtió en la norma, no solo en España sino también en muchas otras partes del mundo, influenciando de manera significativa la manera en que las personas son identificadas hasta hoy día.9ter El uso del apellido materno como segundo apellido es una práctica distintiva de los países de habla hispana. Este sistema de apellidos dobles tiene sus raíces en la tradición española y se formalizó y extendió aún más con el tiempo, especialmente después de las reformas del cardenal Cisneros. El comendador, en el contexto histórico y eclesiástico, era una persona designada para administrar temporalmente una encomienda, una unidad territorial o una institución eclesiástica, en ausencia de un titular permanente. Esta figura era común en órdenes religiosas militares y en ciertas jerarquías eclesiásticas, donde el comendador asumía responsabilidades administrativas, económicas y, en ocasiones, militares o espirituales de la entidad vacante. Su papel era crucial para el mantenimiento del orden y la continuidad operativa de la encomienda o diócesis, garantizando la gestión de los recursos y el cumplimiento de las obligaciones religiosas o militares hasta la designación de un titular definitivo. «A
partir del siglo XIII, en muchos casos personas laicas llegaron a ser
comendadores de entidades eclesiásticas disfrutando de los beneficios
económicos, sin llevar a cabo actividades de gobierno y tomar
decisiones religiosas, lo que era conducido por un cuerpo colegiado de
clérigos en la misma diócesis o abadía».10
Eduardo Pardo de Guevara y Valdéz11 destaca en su obra De las viejas estirpes a las nuevas hidalguías: El entramado nobiliario gallego de la Edad Media, la profunda conexión de la familia Bendaña con la Iglesia de Santiago y las altas esferas eclesiásticas gallegas. Señala que los Bendaña son una antigua estirpe estrechamente vinculada a la Iglesia de Santiago y a las esferas eclesiásticas, y agrega que se trata de una estirpe consolidada al amparo de la iglesia compostelana.12 Entre los miembros notables de esta estirpe, se encuentra Fernán Rodríguez de Bendaña, quien ejerció como juez eclesiástico de Santiago hacia finales del siglo XIII. Asimismo, Gonzalo Sánchez de Bendaña se desempeñó como Deán y Vicario capitular de Santiago entre 1398 y 1404, falleciendo en 1405,13 según lo documentado por Antonio López Ferreiro en su «Historia de la Santísima Iglesia de Santiago de Compostela». Otro miembro destacado fue D. Rodrigo Ares de Bendaña, quien ascendió al obispado de Laodicea alrededor de 1452, y Gonzalo de Bendaña, canónigo a mediados del siglo XV.14 En el contexto de las exploraciones marítimas del siglo XVI, Álvaro de Bendaña (o Mendaña) de Neira, nacido en 1542 y distinguido sobrino del gobernador del Perú, se erigió como figura central en 1567 al liderar la expedición que culminó en el descubrimiento de las Islas Salomón.15 Este ilustre navegante provenía de la parroquia de Santa María de Bendaña, ubicada en el ayuntamiento de Touro, dentro del partido judicial de Arzúa, en la provincia de la Coruña,15bis lo que subraya la importancia de su origen y la influencia de su linaje en su travesía y hallazgos. Este acontecimiento no solo marcó un hito en la historia de la exploración marítima sino que también resaltó el papel de las familias de antigua estirpe en las expediciones que expandieron los horizontes del mundo conocidoAlgunos apellidos
similares a Bendaña
El debate sobre el origen del apellido Bendaña, propuesto por algunos como de raíz sefardí bajo las variantes Bendana o Abendana, enfrenta limitaciones al contrastarlo con la evidencia histórica y genealógica disponible. Los registros disponibles no sustentan la teoría de una conexión directa con la comunidad judía. De forma contundente, se documenta la asociación de la familia Bendaña con la Iglesia Católica, al menos desde el siglor XIII. Esta vinculación, que precede por más de doscientos años a la promulgación del Decreto de la Alhambra por los Reyes Católicos del 31 de marzo de 1492, que mandaba la conversión o expulsión de los judíos no conversos de España, argumenta en contra de un posible origen sefardí. La íntima relación de los Bendaña con la iglesia católica, demostrada a lo largo de los siglos, refleja una herencia incompatible con las raíces sefardíes sugeridas, resaltando la complejidad de las identidades y las historias familiares en el contexto de la España medieval y renacentista. Un ilustre apellido sefardí similar a Bendaña, pero que no tiene ninguna relación con éste, y posiblemente la fuente de confusión sobre el origen del apellido, es Abendana. El apellido Abendana tiene su origen a inicios del siglo XVII, cuando Marano Francisco Núñez Pereyra, originario de España y asentado en Portugal, había huido de la Santa Inquisición y se había establecido en Ámsterdam. Al perder a su primer hijo, Justa Pereyra, su prima y esposa, atribuyó la pérdida a que Marano no había aceptado la Alianza de Abrahán. Marano realizó el rito y adoptó el nombre de David Abendana, para luego fundar la primera sinagoga de Ámsterndam.16 El significado del prefijo «aben» es «descendiente de» del árabe lbn, relacionado con el hebreo ben y el sufijo «dana» es el femenino de Dan, hijo de Jacob, fundador de la Tribu de Dan.17 En cambio, como hemos visto, el apellido Bendaña, con sus raíces celtas, deriva de «vindo» o «windo», términos que evocan a una divinidad de dicho panteón, y el sufijo «ana», de origen galaico prelatino, apunta a una herencia cultural y lingüística distinta a la de Abendana. A menudo, por su similitud fonética, se confunden los apellidos Bendaña y Avendaño, lo que ha llevado a algunos a considerarlos variaciones del mismo linaje. No obstante, cada apellido tiene un origen y desarrollo distintos. Avendaño es un apellido gallego de raíz patronímica, derivado de Mendo, y originalmente conocido como Mendayo. Este linaje se trasladó posteriormente al País Vasco, donde estableció una nueva casa en San Martín de Avendaño, un enclave cercano a Vitoria.18 Este análisis destaca cómo la etimología de los apellidos puede reflejar la rica complejidad de historias, culturas y migraciones, que subraya la importancia de diferenciar entre linajes a pesar de las similitudes fonéticas que puedan presentar El linaje Bendaña en
Nicaragua
El
primer o los primeros Bendaña parecen haber llegado a Nicaragua a
inicios del siglo XVIII.20 En el siglo
XVIII con certeza
tenemos conocimiento de
D. Andrés de Bendaña y Moscoso,21 quien fue
Escribano Real, hacia finales de ese siglo (por el
año 1783).22 D. Andrés era un hidalgo,
significado con el tratamiento de «don».23 En
1794 se le menciona como suscriptor de una carta en defensa de D.
Miguel de la Quadra, dirigida a Guatemala.24
El Rey D. Felipe IV, por una Ley promulgada el 3 de enero de 1611, declaró que podían usar el título de «don» los obispos, los Condes y las hijas e hijos de los Hidalgos. A mediados del siglo XIX perdió su significado original y su uso se generalizó, extendiéndose más allá de los límites estrictos de la nobleza y el clero para ser adoptado por un espectro más amplio de la población. La hidalguía, según las Partidas (Partida 2ª, título XXI, ley III) es «nobleza que viene a los hombres por linaje». Exigiendo —en las leyes II y III del mismo título y Partida— que la nobleza viniese, por lo menos, de los bisabuelos y que fuese de padre y madre, pues non dicitur nobilis genere nisi qui ex utroque Parente nobilis est.25 En el siglo XVIII también encontramos a Da Andrea de Bendaña y Moscoso, quien contrajo matrimonio con D. José González y Rancaño, Gobernador de Nicaragua de 1751 a 1756,26 y a Da Tomasa de Bendaña y Moscoso, nacida en Granada y fallecida en San José de Costa Rica, el 24 de junio de 1810. Da Tomasa en 1788 se casó en Granada con D. Juan Manuel de Cañas Trujillo y Sánchez, coronel de los Reales Ejércitos y gobernador de Costa Rica en 1819.27 De este matrimonio desciende D. Manuel Antonio de Cañas y Bendaña (nacido en Granada hacia 1789), quien en 1814 se casó con Da Ana Hidalgo Muñoz de la Trinidad, cuya hija, Da Manuela de Cañas Trujillo e Hidalgo de Alvarado contrajo matrimonio con D. Álvaro Contreras, padres de Da Rafaela Contreras y de Cañas, primera esposa del poeta Rubén Darío y cuyo hijo fue Rubén Darío Contreras.27bis Descendientes de D. Andres de Bendaña y Moscoso fueron Cleto, Feliciano e Ignacio Bendaña.27ter En 1811, Cleto y Feliciano Bendaña participaron en la lucha por la secesión de Centroamérica de las Españas. El 22 de diciembre, junto a otros partidarios de la secesión, iniciaron la rebelión y convocaron a un cabildo abierto en el que se destituyó a todos los funcionarios peninsulares. La rebelión fue sofocada al llegar de Guatemala tropas de refuerzo al servicio de la corona española. Cleto y Feliciano, junto con los demás insurgentes, fueron enviados engrillados y a lomo de mula a la ciudad de Guatemala y luego a presidios en España.28 Por Real Orden del 25 de julio de 1817 se les restituyeron sus bienes a quienes se hallaban presos tanto en América como en España, y se les otorgó la libertad, aunque no se les permitió volver a su lugar de origen.29 Próximo al Parque Central de Granada, hay un monumento en honor de los próceres de la independencia de Nicaragua, entre ellos, Cleto Bendaña. El Lic. Cleto Bendaña pasó a Honduras con su hijos Jesús y Emilio, de donde nace la familia Bendaña de aquel país, descendiente del Dr. Jesús Bendaña, médico y cirujano de la Facultad de Guatemala.30 La historia hondureña recoge que D. Cleto Bendaña fue Director Supremo de ese país en 1827 (se le atribuye una fecha de nacimiento de 1781). Vallejo31 relata la participación de Cleto Bendaña en la rebelión de 1811 y luego su jefatura suprema en Honduras. D. Ignacio Bendaña contrajo matrimonio con Da Rita Marenco y tuvieron como descendientes a Francisco, Pastora, Jesús, Joaquín y Esteban.32 De la familia Bendaña Marenco, Da Pastora contrajo matrimonio con D. Pío Bolaños, Jesús se trasladó a Guatemala y posteriormente a Honduras, Francisco se trasladó a Colombia y luego a Costa Rica, Joaquín continuó viviendo en Granada y Esteban se trasladó a Diriamba. De D. Joaquín y D. Esteban descienden las dos ramas actuales de la familia Bendaña en Nicaragua. A D. Esteban Bendaña se le menciona en un informe de 1815 del obispo de Nicaragua y Costa Rica como tonsurado en Xinotepet.33 A la sazón D. Esteban habrá tenido unos 14 ó 15 años de edad. D. Esteban se casó con Da Ambrosia Villavicencio, y de ellos descienden Da María Luisa, nacida en 1824, D. José de los Santos, nacido en 1829, D. Julián de Jesús, nacido en 1834, D. José Rafael, Da Josefa de la Luz y Da Josefa Gabriela. D. Julián Bendaña Villavicenciose casó con Da Ramona Mendieta Valverde – hija de D. Blas Mendieta, nacido en España y uno de los fundadores de la ciudad de Diriamba, y de Da Pía Valverde – de ellos nacieron Ignacio (quien se casó con Dᵃ Laura Silva Baltodano), Miguel, María (quien se casó con D. Felipe Gustavo Cortes), Francisca, Jesús (quien casó con Dᵃ Luz Benigna Silva Baltodano, hermana de Da Laura Silva Baltodano), Pastora (quien se casó con D. Alejo Mendieta Cascante), Mercedes (quien se casó con D. Salvador Cortes) y Julián (quien se casó con Da Pastora Mendieta Cascante).33bis El
autor de
Historia de
Diriamba se
refiere a Julián y José Santos Bendaña Villaviciencio con
animadversión; sin embargo, menciona que ambos
eran «hombres públicos»;
Julián dueño de valiosas propiedades y José Santos abogado que litigaba
en Jinotepe. De Julián dice que murió a los 80 años.34
La historia recoge que en 1856, William Walker confiscó sus bienes a 32 relevantes familias nicaragüenses, entre ellas, la familia Bendaña.35 Da
Mercedes
Bendaña Mendieta, hija de D. Julián Bendaña Villavicencio, a
su vez, hijo de D. Esteban Bendaña Marenco, contrajo matrimonio con
D. Salvador Cortés Fonseca. De ellos nació el poeta Alfonso Cortes
Bendaña.
D.
Ignacio, quien estudió en Francia, se casó con Da Laura Silva Baltonado. Da Pastora casó con el
D. Alejo Mendieta, D. Julián se casó con Da Pastora Mendienta, D. Miguel
se trasladó a Costa Rica, D. Jesús se casó
con Da Luz
Silva Baltodano
(hermana de Da Laura). Da Laura desciende de D. Cecilio Silva Sánchez y Da
Catalina Baltodano Parrales, hija de D. Enrique Baltonado (n.
1827) ― hijo de D. Bernardo Baltadano (oriundo de Navarra) ―y
de Da Dolores Parrales― hija de D. Francisco
Parrales de
Sales.36
De D. Ignacio y Da Laura descienden Carmen, Guillermo, Ignacio, Gloria, Laura, América, Mercedes y Julián. El
Dr. D. Julián Bendaña Silva, abogado de una destacada trayectoria, se casó
con Dᵃ Ester Guerrero Sampson, del linaje Guerrero de Arcos.
~~~
(1)
Valero de Bernabá, Luis y
Eugenio de, Martín, Simbología y diseño de la heráldica
gentilicia galaica, Hidalguía, Madrid, 2003, p. 397.
(1bis) Endika de Mogrobejo, con la colaboración de Aitziber, Irantzu y Garikoitz de Mogrobejo-Zabala, Diccionario Hispanoamericano de Heráldica, Onomástica y Genealogía, Tomo XI (1ter)
En Navarra (Nafarroako
en euskera) se encuentra el Monte Mendigaña, cuya cima alcanza los
1.110 metros de altura, el punto más elevado de la sierra de
Zarikieta.
(2) Berlanga García, Francisco, Apellidos Ibero Euskericos, 1992 (ISBN 9788486360917). (3) López
Mendizabal, Isaac,
La sufijación toponimia vasca, ISBN:
84-8419-916-9, 2003,
pág. 809.
(4) http: //www.juandegaray.org.ar / apellidos/ listaapellidos? open&inicial = b&start = 401 (4bis) Caridad Arias, Joaquín, Los fenómenos de homonimia y homofonía en la toponomástica y su repercusión en las etimologías cultistas y populares de la Europa Occidental, Servicio de Publicaciones Universidad de la Laguna, I.S.B.N.: 84-7756-559-7, pp. 399-400.(4ter) El sitio web Celnet, dedicado a la cultura celta, identifica a Vintio (*winto en proto-celta) como el dios de los vientos, latinizado como Vintius. http://www.celtnet.org.uk/gods_v/vintius.html (4quater) Moralejo, Juan José, Topónimos célticos en Galicia, Serta Palaeohispanica J. de Hoz Palaeohispanica 10 (2010), pp. 99-111, I.S.S.N.: 1578-5386, pp. 103-104.(5) Crespo Pozo, José Santiago, Blasones y Linajes de Galicia, Editorial de los Bibliófilos Gallegos, Santiago de Compostela, MCMLXV. (5bis) En genética poblacional, los haplogrupos del cromosoma Y humano (ADN-Y) están determinados por las diferencias en el ADN que permiten trazar la línea de descendencia patrilineal humana.(5ter) Baliñas Bueno, Juan Ramón, “El reino suevo de Galicia puede considerarse el primer Estado de Europa”, MUNDIARIO, El Periódico de Galicia, 7 de septiembre de 2014. (5quater) García Oro, José, Diego de Muros III y la cultura gallega del siglo XV, Editorial Galaxia, Santiago de Compostela. (5quinquies) Cossue, Del Latín al Gallego: Evolución de los topónimos en Galicia, http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1949, http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2860 (6) http:// es.wikipedia.org/ wiki/ Iglesia_de_San_Salvador_ de_Camanzo, página consultada el 1 de abril de 2012. (7) Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo CLXXXV, número II, año 1988, pág. 258. (7bis) Ortiz de la Vega, Manuel, Las Glorias Nacionales, Grande Historia Universal de todos los reinos, provincias, islas y colonias de la monarquía española, desde los tiempos primitivos hasta el año 1853, Tomo III, Madrid, Librería de la Publicidad, 1853, pp. 255-256 (8) Idem. (8bis) González Vázquez, Marta, El Arzobispo de Santiago: Una Instancia de Poder en la Edad Media (1150-1400), Ediciós Do Castro, 1996, p. 159. (9) Picallo, Héitor, «Recunchos históricos ao pé do Ulla», El Correo Galleo, edición del 17 de junio de 2006. (9bis) Araujo y Gómez, Fernado, La reina del Tórmes: guía histórico-descriptiva de la ciudad de Salamanca, Salamanca, Imp. y Lit. de Jacinto Hidalgo, 1884. (9ter) https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Jim%C3%A9nez_de_Cisneros(10) http://es.wikipedia.org/ wiki/Comendador_%28religioso%29 (11) Pardo de Guevara y Valdéz, Eduardo, De las viejas estirpes a las nuevas hidalguías: El entramado nobiliario gallego de la Edad Media, Nalgures, tomo III, 2006. (12) Idem, De linajes, parentelas y grupos de poder: Aportaciones a la historia social de la nobleza bajomedieval gallega, Ed. Gráficas Alberdi, Madrid. 2011 (ISBN: 978-84-939737-2-8), p. 112. (13) López Ferreiro, Antonio, Historia de la Santísima Iglesia de Santiago de Compostela, Tipografía y encuadernación del Seminario C. Central, Santiago de Compostela, 1910. (14) Idem, Parentesco y nepotismo: los Arzobismos de Santiago y sus vínculos familiares, Siglos XIV-XV. (15) Arte Historia, http://www.artehistoria.jcyl.es/ cronicas/ contextos/ 11464.htm (15bis)
Justo Zaragoza, Luis de Belmonte y
Bermúdez, Historia del
descubrimiento de las regiones austriales hecho por el general Pedro
Fernandez de Quirós, Volume 3, M. G. Hernandez, 1882, p.
107.
(16) The unedited full-text of the 1906 Jewish Encyclopedia. http://www.jewishencyclopedia.com/articles/237-abendana, página consultada el 26 de marzo de 2012. (17) http:// en . wikipedia .org /wiki/ Jewish _ name, http: // en. wikipedia. org/ wiki/ Dan_%28Bible%29, páginas consultadas el 26 de marzo de 2012. (18) De Atienza, Julio, Nobiliario Español, Diccionario Heráldico de apellidos españoles y título nobiliarios, Ed. Aguialar, Madrid, 1959, p. 201. (20) Reunión
cuatrienal de 2012 de la familia Bendaña.
(21) Revista de los Archivos Nacionales, volúmenes 17-18, Archivo Nacional de Costa Rica, San José, 1953. (22) Lecciones de Derecho Notarial I, Impresiones La Corona, Managua, Julio, 2006. (23) Cuadra Pasos, Carlos, Libro de Familia, Fondo de Promoción Cultural del Banco de América, Managua 1976, pág. 70. (24) Idem., p. 42. (25) De Atienza, Julio, p. 29. (26) http://es.wikipedia.org/w/index.php? title = Jos%C3%A9 _ Gonz %C3%A1lez _ Ranca%C3%B1o&, página consultada el 21 de marzo de (27) http://www.touring-costarica.com/rubendescen.html, página consultada el 21 de marzo de 2012. (27bis) Gutiérrez Ruiz, Antonio y Purtoguía A.C., Conexión portuense del poeta Rubén Darío, http://www.gentedelpuerto.com /2012/07 /21/ 1-448-conexion-portuense-del-poeta-ruben-dario/ (27ter)
Bendaña Espinoza, Livio, Origen
de la familia Bendaña en Nicaragua, Diriamba, Nicaragua
(obra inédita).
(28) http: // www . historia de honduras . hn / historia / Independiente / la _ independencia . tm, página consultada el 17 de marzo de 2011. (29) IX Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, Santa Marta, Colombia, 25 al 29 de mayo de 2010, «Doscientos años de historia e historiografía de las independencias de América Latina y el Caribe: poderes locales y resistencia popular en Nicaragua», ponencia de la Dra. Elizet Payne Iglesias, p. 25. (30) Cortés Bendaña, María Luisa, Alfonso Cortés: biografía, Managua, 1975. (31) Vallejo, Antonio R., Compendio de la historia social y política de Honduras, 1882. (32) Bendaña Espinoza, Livio. (33) Informe de Fray Ramón Roxas, comissario prefecto y el señor obispo de Nicaragua y Costarrica (sic), D. Fray Nicolas García Xerez, 1815, Archivo General de Indias, Guatemala.~ Portada ~ |